Astronomía Islámica
Astronomía Islámica
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La astronomía, para los musulmanes, fue relacionada con muchos de sus ritos religiosos, así que apareció la necesidad de estudiarla para concretar los tiempos de la oración según la ubicación geográfica y la estación del año. Tanto como determinar la dirección de la Qiblah [dirección a la cual se dirige el musulmán para rezar] y seguir el movimiento de la luna para concretar el comienzo del ayuno, el Hayy [Peregrinación mayor], etc. Además, hay muchas aleyas que cuidan la astronomía y el universo que rodea al hombre con todos sus detalles. También incitan a los musulmanes a reflexionar en el reino de los cielos y la tierra; Al-lâh Dice [traducción del significado]: {Y un signo [que evidencia el poder divino] es la noche que le sucede al día, y quedan entonces a oscuras. Y el Sol orbita como le fue designado; ello es un decreto del Poderoso, Omnisciente. Y a la Luna le Decretamos sus fases, hasta que [va menguando y] parece una rama seca de palmera [luego entra en creciente otra vez]. No le es posible al Sol alterar su curso [apareciendo de noche] y así alcanzar a la Luna, ni la noche puede adelantarse al día; todos los astros circulan por sus órbitas.}[1]. {Él Es Quien Hizo que el Sol tuviese luz propia y Determinó que la Luna reflejase su luz en distintas fases para que podáis computar el número de años y los meses. Al-lâh no Creó esto sino con un fin justo y verdadero; y Aclara los signos para quienes los comprenden. En la sucesión de la noche y el día y en lo que Al-lâh Ha creado en los cielos y en la Tierra hay signos para los piadosos.} [2]. No sólo, sino que el Corán va aún más lejos que eso; ya que menciona ciertos planetas y estrellas con sus nombres propios. De eso, lo que Al-lâh Dice [traducción del significado]: {Juro por el cielo y los astros nocturnos, ¿Y qué te hará saber qué son los astros nocturnos? Son las estrellas que irradian en la noche.}[3]. {Él Es el Señor de Sirio [estrella que adoraban algunos árabes]}[4]. Aparte de eso, el Corán menciona realidades científicas que nadie puede comprenderlas ni intentar interpretarlas si no tiene un conocimiento extenso sobre la astronomía; lo cual implicó un interés y cuido especiales por parte de los científicos musulmanes. No obstante, los musulmanes al comienzo de su desarrollo de la astronomía, consultaron lo que lograron los científicos de las civilizaciones anteriores; así que primero tradujeron los libros astronómicos que escribieron los griegos, caldeos, asirios, persas e indios. El primero que los científicos musulmanes tradujeron, fue el libro llamado (Mafâtîh An-Nuyûm) atribuido a Hermes[5], el sabio. Pues, lo tradujeron del griego al árabe a finales del Califato Omeya. También de los libros astronómicos importantes traducidos del griego, el libro llamado Almagesto atribuido a Ptolomeo en la ciencia de la astronomía y los movimientos de las estrellas, y eso tuvo lugar en la era abasí.[6]. En la era abasí, destacaron tres personas conocidas por ser los hijos de Mûsa ibn Shâkir, quien era un astrónomo en la Corte del califa Ma’mûn. Así que cuando falleció, el califa se encargó de sus hijos cuidándolos desde niños. Luego, pasó su responsabilidad al astrónomo Yahia ibn Abi Mansûr; hasta que los menores crecieran, Al Juarismi corregía los errores de Ptolomeo desde su lugar en la Casa de la sabiduría en Bagdad. Así que cuando los menores crecieron, entre ellos había Muhammad ibn Mûsa ibn Shâkir quien sobresalió en la astronomía. También Ma’mûn estableció a sus astrónomos una casa en el suburbio más alto de Bagdad cerca de Bâb Ash-Shammâsiah para observar las estrellas científica y precisamente, y para realizar mediciones asombrosas que se comparaban con otras en Jundishapur y con otras realizadas tres años después sobre el monte Qasioun cerca de Damasco. Acto seguido, los astrónomos colaboraban juntos para poner las tablas astronómicas “Probadas” o “Ma’muniah”, y era una revisión precisa de las tablas antiguas de Ptolomeo[7]. Asimismo, Ma’mûn usó a un grupo de astrónomos –entre ellos había Muhammad ibn Mûsa ibn Shâkir- para observar los objetos celestiales y registrar el resultado de dichas observaciones, y también para poner en práctica los descubrimientos de Ptolomeo el astrónomo, aparte de estudiar el Sol. Así, basaron su investigación en la redondez de la Tierra con el fin de medir el grado terrestre mediante la observación de la posición del sol desde Sinjar (ciudad situada en el norte de Iraq) y Palmira (otra ciudad situada en la mitad de Siria) al mismo tiempo. Gracias a dicha observación, los astrónomos estimaron el grado terrestre por 56.66 millas, es decir una media milla más que nuestra estimación actual. De estos resultados, estimaron la circunferencia de la tierra por casi 20 mil millas. Teniendo en cuenta que esos astrónomos no aceptaban nada a menos que se comprobara científicamente por las pruebas y los experimentos. También adoptaban normas científicas especiales para sus investigaciones[8]. Sin duda alguna, el verdadero logro, es que la civilización islámica tras guardar la ciencia de las naciones anteriores y corregir sus errores, trasladó dicha ciencia de la teoría a la práctica científica, y la purificó de lo que los árabes en la Yâhiliah (época pre-islámica) creían de adivinación y brujería, lo cual coincidía con la astrología en las naciones anteriores; ya que la Sharî‘ah (Ley islámica) invalidó la astrología y la negó, también la consideró contradictoria a la creencia islámica. Lo más importante que confirma eso, es la abundante construcción de los observatorios inmensos y equipados con diversas máquinas y científicos de tiempo completo, los cuales estaban extendidos en todo el mundo islámico de punta a punta. Así que aparte de los observatorios que el califa Ma’mûn estableció sobre el monte Qasioun[9] en Damasco y en Ash-Shammâsiah en Bagdad, se construyeron consecutivamente los observatorios en varios lados del mundo islámico. Ya que los hijos de Mûsa ibn Shâkir, establecieron un observatorio en Bagdad donde calcularon la mayor anchura. También hubo el observatorio de Maragheh en Persia construido por Nasirud-Dîn At-Tusi, el cual era de los observatorios más famosos y grandes. También era famoso por sus herramientas precisas y la excelencia de sus funcionarios. Es digno de mencionar que las observaciones de dichos observatorios, se distinguieron por su precisión, y los científicos europeos, en la era del levantamiento y después, dependieron de ellas en sus investigaciones astronómicas. Aparte de estos observatorios, había otros como: el observatorio de Ibn Ash-Shâtir[10] en Sham, el observatorio de Ad-Dînauari en Isfahán, y el observatorio de Alg Bik[11] en Samarcanda y otros muchos más[12]. En dichos observatorios, los científicos musulmanes recurrieron a herramientas y equipamientos muy precisos y bien hechos para conocer los fenómenos astronómicos. Y muchos de estos instrumentos, fueron un invento de los científicos musulmanes que no eran conocidos anteriormente. Aparte de varios tipos de herramientas para medir el tiempo[13]; también, los musulmanes utilizaron herramientas hechas por las naciones anteriores, tal como el astrolabio, el cual mantuvo su nombre griego. Sin embargo, los musulmanes lo desarrollaron fabricando del mismo varios ejemplos que convenían con sus descubrimientos astronómicos. Así que inventaron el astrolabio esférico y el astrolabio parecido al barco, y muchos museos de los científicos siguen guardando ejemplos de dichos astrolabios; los cuales se usan en medir la distancia entre los planetas y el espacio exterior y medir el tiempo[14]. Los musulmanes sobresalieron en fabricar las efemérides (Aziây) para medir los objetos celestiales; que son de las aplicaciones más importantes de la observación celestial. Los Aziây se constan de tablas matemáticas numerales que concretan las ubicaciones de los planetas móviles en sus órbitas, y reglas para saber los meses, los días y las fechas anteriores y saber las condiciones de los planetas en cuanto a su ascensión, descensión, inclinaciones y movimientos. Dichas tablas dependen de reglas matemáticas y leyes numerales muy precisas. De los Aziây más importantes, destaca el de Ibn Yûnus[15], realizado por ‘Ali ibn ‘Abdur-Rahmân ibn Yûnus[16]. Además, muchos científicos musulmanes se volvieron famosos y sobresalieron en esta ciencia, siendo líderes para quienes vinieron después. Así que entre ellos había Al Fargâni, cuyo libro en la astronomía siguió una referencia para Europa y para el oeste de Asia durante 700 años[17]. Entre ellos también, estaba el famoso Al Battâni el autor del libro “Azîy As-Sabi”, el cual causó un gran impacto en la astronomía. Pues, era de quienes verificaron las ubicaciones de muchas estrellas, tanto como corrigió algunos movimientos de la luna y de los planetas circulantes. Contradijo a Ptolomeo en cuanto a la estabilidad del afelio solar. También Al Battâni mismo corrigió la longitud del año solar. Su libro mencionado fue traducido al latín en el siglo XII d.C., así como fue impreso en varias ediciones en Europa. Este libro se considera una enciclopedia astronómica. Asimismo, Al Battâni tiene otros libros en el campo de la astronomía, tal como (Ma‘rifat Matâli‘ An-Nuyûm) y (Ta‘dîl Al Kauâkib)[18]. Abdur-Rahmân As-Sufi[19] se considera el primero quien puso tablas precisas para las estrellas fijas. Escribió un libro al respecto bajo el título de “Al Kauâkib Az-Zâbitah (Los planetas fijos)” donde clarificó las estrellas fijas del año 299 de la Hégira / 911 d.C., y estas tablas son importantes, incluso en la época moderna, para quien quiere buscar en la historia de algunos planetas, sus ubicaciones y movimientos, pues dibujó en ello más de 1000 estrellas, y por su status científica, ya que se dio su nombre a unos centros en la superficie de la luna.[20]. En cuanto a Abu Al Uafâ’ Al Buzyâni[21]; descubrió una ecuación para estimar los tiempos de las posiciones de la luna, la cual fue nombrada como la ecuación de la velocidad. De sus contribuciones más importantes a la astronomía, está su descubrimiento del desequilibrio en el movimiento de la luna; el cual llevó a la expansión de ambas ciencias: la astronomía y la mecánica. Sin embargo, los historiadores siguieron en desacuerdo en cuanto a si Tycho Brahe[22] el astrónomo danés, es el propietario de este descubrimiento o Abu Al Uafâ’. Hasta que fue demostrado recientemente tras las investigaciones precisas que el tercer desequilibrio fue un descubrimiento de Abu Al Uafâ’[23]. También Az-Zarqâli[24] era de los astrónomos y matemáticos más famosos; pues él estableció (lo que se llama en la astronomía como) las tablas de Toledo, en referencia a Toledo de Al-Ándalus. Y basó estas tablas en los conocimientos que recibió de los científicos antecedentes como Al Jauârizmi, Ptolomeo y otros. Registró en dichas tablas, los resultados de sus observaciones astronómicas. También escribió el libro “As-Sahîfah Az-Ziyîah” donde clarificó el uso del astrolabio de una nueva forma e inventó un aparato parecido al astrolabio llamado As-Safîhah o Az-Zarqâlah. Fue el primero en presentar pruebas de que el movimiento (de inclinación) del afelio solar en relación con las estrellas fijas es 12.05 minutos, mientras que el número real es 12.8 minutos[25]. Asimismo, Abû Al Yusr Bahâ’ud-Dîn Al Jarqi[26] se considera de los más famosos que se dedicaron a la astronomía en el sexto siglo después de la Hégira. También era hábil en las matemáticas y en la geografía. De sus libros más famosos en la astronomía: “At-Tabsirah”[27] y “Muntahâ Al Idrâk Fi Taqsîm Al Aflâk”[28]. En cuanto a Al Badî‘ Al Isturlâbi[29] (falleció en 534 de la Hégira /1139 d.C.); sobresalió en fabricar las herramientas astronómicas. Así que de sus logros, destacan las tablas astronómicas que llevó a cabo en el palacio del sultán selyúcida de Bagdad. Las registró en un libro “Az-Zîy Al Mahmûdi”, atribuido al sultán Mahmûd Abu Al Qâsim ibn Muhammad[30]. Así que las tesis, especializadas en astronomía, que Ibn Ash-Shâtir (falleció en 777 de la Hégira / 1375 d.C.) compuso, tanto como las herramientas que fabricó, siguieron utilizadas durante varios siglos en el este y el oeste. De sus logros más importantes en la astronomía están: Zîy ibn Ash-Shâtir (Idâh Al Mugaiab Fi Al ‘Amal Bi Ar-Rub‘ Al Muyaîab), (Risâlah Fi Al Isturlâb), (Mujtasar Fi Al ‘Amal Bil Isturlâb), (An-Naf‘ Al ‘Âm Fi Al ‘Amal Bi Ar-Rub‘ At-Tâm), (Nuzhat As-Sâmi‘ Fi Al ‘Amal Bi Ar-Rub‘ Al Yâmi‘), (Kifâyat Al Qanû‘ Fi Al Amal Bi Ar-Rub‘ Al Maqtû‘) y (Az-Zîy Al Yadîd), lo cual escribió bajo una solicitud del califa otomano Murad I. Además, Ibn Ash-Shâtir presentó ejemplos astronómicos, teorías y mediciones que nunca se habían realizados antes. Pero aparecieron después bajo el nombre de Copérnico. Sin embargo, David King[31] en el año 1390 de la Hégira / 1970 d.C., descubrió que muchas teorías atribuidas a Copérnico el polonés eran de Ibn Ash-Shâtir. Tres años después de eso (1393 de la Hégira / 1973 d.C.), fueron encontrados manuscritos en árabe en Polonia que mostraron que Copérnico los había consultado[32]. Respecto a Alg Bik; cuidó a los hombres de ciencia y estableció en Samarcanda el mayor observatorio de aquel tiempo. Un biógrafo grandilocuente musulmán dijo, sobre él: “Era sabio, justo, hábil y activo. Tenía mucho conocimiento sobre la astronomía, y también en la ciencia de la retórica era meticuloso”. La posición de los hombres de ciencia en su época, alcanzó la cumbre. En la geometría, explicó las cuestiones más delicadas y precisas; y en la cosmografía, interpretó el libro de Ptolomeo. Hasta hoy en día, nunca se sentó sobre el trono un rey como él. También registró observaciones sobre las estrellas en colaboración con los primeros científicos. Además, fundó en Samarcanda una facultad que no puede tener similar en las siete regiones limítrofes en cuanto a su belleza, posición y valor[33]. También, durante su trabajo con el equipo de observación, Alg Bik pudo innovar nuevas máquinas. Y sus observaciones continuaron desde el año (727 de la Hégira / 1327 d.C.) y hasta (839 de la Hégira / 1435 d.C.). Dedicó también de ellas un Ziy completo llamado Ziy Alg Bik o As-Sultâni, donde calculó las posiciones de las estrellas con mucha precisión, y también el eclipse solar y lunar. Asimismo, creó las tablas para las estrellas fijas, los movimientos del sol, de la luna y de los planetas, y de las latitudes y longitudes de las ciudades islámicas más importantes[34]. En cuanto a Ar-Raudâni Shamsud-Dîn Al Fâsi[35] (falleció en 1094 de la Hégira / 1683 d.C.); se considera de los científicos musulmanes posteriores, quienes dependieron de los resultados de los primeros científicos musulmanes en la astronomía. También inventó un dispositivo esférico para saber el horario, donde están círculos y dibujos pintados de blanco camuflado con grasa de lino. Se le agregó otro círculo dividido en dos partes, que contiene agujeros y cavidades de las órbitas del zodiaco y otros; el cual es redondo como el otro por abajo y pintado de color verde. Era fácil de usar y hábil para saber los horarios de todos los países. Escribió un tratado sobre ello donde clarificó cómo lo fabricó y cómo usarlo[36]. Finalmente, y según lo que vimos, lo que los científicos musulmanes realizaron en el campo de la astronomía -teniendo en cuenta la escasez de los medios científicos disponibles en aquellos tiempos-, merece todo el respeto y la estimación. También, lo que más indica lo que lograron, es que muchas estrellas siguen llevando nombres árabes hasta hoy en día; como: Suhail, Al Mayarrah, Al Yauzâ’, Ad-Dub Al Kabîr (la Osa Mayor), Ad-Dub As-Saguir (la Osa Menor), Al Gûl, As-Samt, y muchos más. [1] [Corán 36:37-40]. [2] [Corán 10:5-6]. [3] [Corán 86:1-3]. [4] [Corán 53:49]. [5]Hermes Ingenui: un personaje griego, lo cual es una mezcla entre la verdad y los mitos. [6] Consulte: ‘Ali ibn ‘Abdul-lâh Ad-Difâ‘, Al ‘Ulûm Al Bahtah Fi Al Hadârah Al ‘Arabiah Ua Al Islâmiah, pág. 348. [7] Zigrid Hunke: The Sun of Arabs shines on the West, pág. 118, 119. [8] Qissat Al Hadârah 13/182. [9]Qasioun: Un monte a la vista de Damasco. Tiene varias cuevas y restos de los Profetas. Yaqût Al Hamaui, Mu‘yam Al Buldân 4/295. [10]Ibn Ash-Shâtir: Es Abu Al Hasan ‘Alâ’ Ad-Dîn ‘Ali ibn Ibrâhîm ibn Muhammad Al Ansâri Ad-Dimashqi Al Mu’adhdhin, conocido como ibn Ash-Shâtir (704-777 de la Hégira / 1304-1375 d.C.). Era el jefe de los almuédanos en Damasco. De sus libros: “Idâh Al Mugaiab fi Al ‘Amal bil Rub‘ Al Muyaiab” y el tratado “El astrolabio”. Consulte: Ibn Hayar, Ad-Durar Al Kâminah Fi A‘iân Al Mâ’ah Az-Zâminah 4/9. [11]Alg Bik: Es Muhammad Targâui ibn Shâh Raj ibn Taimûr Link, el cuarto gobernador de la familia Taimûriah en Herât (796 – 853 de la Hégira / 1393 -1449 d.C.). Era hábil en las ciencias relativas a las matemáticas. Consulte: Az-Zarkali, Al A‘lâm 7/328. [12]Consulte: Donalds R. Hill, Sciences and Engineering in Islamic Civilization. (Las ciencias y la ingeniería en la civilización islámica), pág 74-82 y Muhammad As-Sâdiq ‘Afîfi, Tataûr Al Fikr Al ‘Ilmi ‘Ind Al Muslimîn (la evolución del pensamiento científico de los musulmanes), pág. 81, 82. [13]Sadîq ibn Hasan Al Qannûyi, Abyad Al ‘Ulûm 2/92. [14]Consulte: Donalds R. Hill, Sciences and Engineering in Islamic Civilization., pág 75, Muhammad As-Sâdiq ‘Afîfi, Tataûr Al Fikr Al ‘Ilmî ‘Ind Al Muslimîn , pág. 82, 83 Y ‘Ali ibn ‘Abdul-lâh Ad-Difâ ‘, Rauâ’I‘ Al Hadârah Al ‘Arabiah Al Islâmiah Fi Al ‘Ulûm, pág. 150. [15] Ibn Yûnus: Es Abu Al Hasan ‘Ali ibn ‘Abdur-Rahmân ibn Yûnus (fallecido en 399 de la Hégira / 1009 d.C.) Astrónomo. De sus libros (Az-Zîy Al Hâkimi) y es conocido como (Zîy Ibn Yûnus). Falleció en El Cairo. Consulte: ibn Jal-likân, Uafiât Al ‘Aiân 3/429. [16] Consulte: Sadîq ibn Hasan Al Qannûyi, Abyad Al ‘Ulûm 2/51. [17] Historia de la Civilización 13/182. [18] Consulte: Muhammad As-Sâdiq ‘Afîfi, Tataûr Al Fikr Al ‘Ilmi ‘Ind Al Muslimîn, Pág. 106 y lo que viene después. Y Yalâl Madhhar, Hadarat Al Islâm, Pág. 364-365. Shauqi Abu JAlil, Al Hadârah Al Islâmiah, Pág. 543. [19]Abdur-Rahmân As-Sûfi: Es Abu Al Husain ‘Abdur-Rahmân ibn Omar ibn Sahl Ar-Râzi (291-376 de la Hégira / 903-986 d.C.), científico astrónomo. De los habitantes de la ciudad de Rey. De entre sus libros está: (Al Kauâkib Az-Zâbitah). Consulte: Al Qafti, Ijbâr Al ‘Ulamâ’, pág. 152, 153. [20]Consulte: Shauqi Abu JAlil, Daur Al Hadârah Al ‘Arabiah Al Islâmiah Fi An-Nahdah Al Hadîzah. La primera edición. Dâr Al Fikr - Damasco. 1417 de la Hégira / 1996 d.C., pág. 73. [21]Abu Al Uafâ’ Al Buzyâni: Es Abu Al Uafâ’ Muhammad ibn Muhammad ibn Yahia ibn Ismâ‘il (328-388 de la Hégira / 940-998 d.C.). Era ingeniero, astrónomo y matemático. Nació en Buzhgan en Jorasán y falleció en Bagdad. De sus libros: Tafsîr Kitâb Diufintus (La interpretación del Libro de Deuvants) en el álgebra. Consulte: Ibn Jal-likân, Uafiât Al A‘iân 5/167. [22]Tycho Brahe: Es el astrónomo danés famoso (1546-1601 d.C.) quien estableció un observatorio en Uraniborg cerca de la costa de Dinamarca. Además, adoptó un sistema en el que todos los planetas giran alrededor del Sol, que se supuso su circulación alrededor de la Tierra. [23]Qadri Tûqân, Turâz Al ‘Arab Al ‘Ilmi Fi Ar-Riâdiât Ua Al Falak, pág 232. Consulte: Abu Zaid Shalabi, Târîj Al Hadârah Al Islâmiah Ua Al Fikr Al Islâmi, pág. 355. [24] Az-Zarqâli: Es Abu Ishâq Ibrâhîm Ibn Yahia At-Tayîbi An-Naqqâsh (420 .-480 de la Hégira / 1029 -1087 d.C.). Astrónomo e inventor de muchos aparatos. Fue de los que agregaron cambios al astrolabio. De sus libros: “As-Sahîfah Az-Zarqâliah” sobre el astrolabio. [25] Consulte: ‘Ali ‘Abdul-lâh Ad-Difâ‘, Rauâ’i‘ Al Hâdarah Al ‘Arabiah Al Islâmiah Fi Al ‘Ulûm, pág. 209 y Shauqi Abu JAlil, Al Hadârah Al ‘Arabiah Al Islâmiah, pág. 544. [26]Al Jarqi: Es Bahâ’ud-Dîn Muhammad ibn Ahmad ibn Abu Bakr Al Jarqi (469-533 de la Hégira / 1076-1139 d.C.). Era astrónomo y geógrafo. Cercano de los emperadores de de los Jorezmitas y fue el astrónomo de su corte. De sus libros: Muntaha Al Iidrâk Fi Taqsîm Al Aflâk. Consulte: Kahhâlah, Mu‘yam Al Mu’al-lifîn 8/238. [27]Hâyi JAlifah, Kashf Adh-Dhunûn 1/338 y ‘Ali ‘Abdul-lâh Ad-Difâ‘, Rauâ’i‘ Al Hâdarah Al ‘Arabiah Al Islâmiah Fi Al ‘Ulûm, pág. 218. [28] Hâyi JAlifah, Kashf Adh-Dhunûn 2/1852. [29] Al Badî‘ Al Isturlâbi: Es Abu Al Qâsim Hibatul-lah ibn Al Husain ibn Yûsuf Al Bagdâdi (falleció en 534 de la Hégira /1139 d.C.). Un filósofo, médico sabio y gran astrónomo. Tiene un libro relativo al Zîy que llamó (Al Mu‘rab Al Mahmûdi). Consulte: As-Safadi, Al Uâfi Bil Uafiât 27/160. [30]Consulte: Al Babâni, Hidâyat Al ‘Ârifîn, pág. 714. [31]David King: Profesor en la Universidad de Goethe, Frankfurt, Alemania (falleció en 1390 de la Hégira, 1970 d.C.) [32]Consulte: Al Babâni, Hidâyat Al ‘Ârifîn, pág. 387, Hâyi JAlifah, Kashf Adh-Dhunûn 1/81 y ‘Ali ‘Abdul-lâh Ad-Difâ‘, Rauâ’i‘ Al Hâdarah Al ‘Arabiah Al Islâmiah Fi Al ‘Ulûm, pág. 236-238. [33] Historia de la Civilización 26/51. [34]Consulte: ‘Ali ‘Abdul-lâh Ad-Difâ‘, Rauâ’i‘ Al Hâdarah Al ‘Arabiah Al Islâmiah Fi Al ‘Ulûm, pág. 243-246. [35]Ar-Raudâni: Es Abu ‘Abdul-lâh Muhammad ibn Sulaimân ibn Al Fâsi (1037-1094 de la Hégira / 1627-1683 d.C.). Especialista en las ciencias del Hadiz, marroquí y seguidor de la escuela Malikí, astrónomo y viajero. De sus libros: (Tuhfat Uli Al Albâb Fi Al ‘Amal Bi Al Isturlâb). Consulte: Az-Zarkali, Al A‘lâm 6/151. [36]Consulte: Al Babâni, Hidâyat Al ‘Ârifîn, pág. 607 y ‘Ali ‘Abdul-lâh Ad-Difâ‘, Rauâ’i‘ Al Hâdarah Al ‘Arabiah Al Islâmiah Fi Al ‘Ulûm, pág. 248-250. islamstory.com