El inmortal e histórico sermón de Fátima Zahra
(P)
Un estudio sobre la vida de Fátima Zahra (P), la hija inmaculada del
Profeta del Islam
Por: Allama Baqir Sharif Qurashi
Fátima (P) no pudo soportar más el severo proceder de Abu Bakr en su contra, fue
muy duro y doloroso. Por esto, decidió anunciarle las pruebas y bloquear cualquier
forma para que Abu Bakr pudiera seguir justificando su política.
Fátima realizó un notable discurso en la mezquita del Profeta (P) donde puso los
puntos sobres íes, demostró ser la más grande mujer que Al-lah (Dios) hubiese
creado en la tierra, con un talento, ingenio, sabiduría y elocuencia única.
Debido a la gran importancia de este sermón, Ahlul Bait (P) obligó a sus hijos a
memorizarlo así como los obligaban a memorizar el Corán.
Yo pienso y no conozco a una dama a esta edad (diecinueve años) que pudiera
hacer un discurso, el cual cualquier experto orador en el mundo no podría hacerlo.
Pero esto no es extraño para el resto de la profecía y la esencia del conocimiento y
de la sabiduría con que su padre la había alimentado e inyectado, con sus
características mentales y psicológicas, hasta que ella se convirtió en una verdadera
copia de él; muchas tradiciones han confirmado esto.
El sermón de Fátima (P) fue una abrumadora revuelta en contra del gobierno de
Abu Bakr, donde ella trató de arrojarlo del trono del estado y destruir los pilares de
su gobierno. Sin embargo, Abu Bakr pudo mostrar sus habilidades diplomáticas
para reprimir esta revuelta, la cual detallaremos más adelante.
Los historiadores describen el camino de Fátima (P) hacia la mezquita de su padre,
ella estaba muy enojada… se colocó su velo y su vestido y salió junto a su sirvienta
y algunas de sus seguidoras, caminando exactamente como lo hacía su padre hasta
donde Abu Bakr, quien estaba en la mezquita, entre una multitud de muhayirin,
ansar y otros. Una cortina fue puesta, entre ella y la gente, gimió de una manera que
todas las personas empezaron a llorar, la reunión se estremeció.
Ella esperó hasta que ellos dejaron de llorar y se tranquilizaran, comenzó su
discurso con las alabanzas a Dios y luego su elocuencia se escuchó. Fátima les dijo:
(Extracto del Discurso)
“Atestiguo que mi padre Muhammad (PB), es siervo y enviado de Dios. Lo
designó antes de enviarlo, lo nombró antes de crearlo, lo eligió aun cuando las
criaturas estaban ocultas en el universo invisible, detrás de los oscuros velos de
las tinieblas, antes de la existencia.
Ello fue porque Dios (alabado sea), conocía el futuro de los acontecimientos.
Dios lo envió para completar Su orden.
Al llegar, observó que los hombres habían perdido su religión y eran amantes
del fuego de la incredulidad, decididos a adorar a los ídolos. En ese momento,
Dios, a través de mi padre, cambió la oscuridad por la luz. Corrió los velos de la
ignorancia de los corazones. Levantó las nubes de la equivocación y desvío que
empañaban su visión, y los orientó hacia el sendero recto.
Dios, Altísimo, estableció la fe para ustedes, para purificarlos del politeísmo. La
oración, para alejarlos de la arrogancia. El zakat (la dádiva), para santificar
vuestras almas y aumentar vuestro sustento. El ayuno, para confirmar vuestra
fidelidad. La peregrinación, para consolidar las bases de vuestra religión. La
justicia, un medio para vuestra organización y el acercamiento de vuestros
corazones. Estableció la obediencia a Ahlul Bait (Gente de la Casa), para unir a
la comunidad, y nuestro liderazgo e Imamato, para impedir la discrepancia. La
lucha santa, para el engrandecimiento del Islam. La tolerancia y la paciencia
como medio para merecer la recompensa. Ordenó la benevolencia como medio
de felicidad común. La bondad hacia los padres como escudo para impedir la
ira
Divina. Conservar las relaciones de parentesco, para alargar la vida y aumentar
la cantidad de seres. Estableció la ley del talión, para proteger la vida de los
seres humanos. El cumplimiento de las promesas, como medio para alcanzar la
indulgencia Divina. Completar el peso, justamente, para evitar la merma en el
comercio. Vedó la bebida alcohólica para evitar la impureza y la corrupción...
Temed al Único Dios como merece, no muráis más que entregados a Él, y
Obedecedle en Sus órdenes. Ciertamente, los que temen a Dios, de entre los
siervos, son los sabios.
“¡Oh, gentes! Sepan que Yo soy Fátima, y mi padre es Muhammad. Lo repito
continuamente. Lo que digo, no lo digo por error, ni lo que hago lo hago sin un
objetivo. <>. Entonces si lo identifican y lo reconocen
entenderán que es mi padre, y no el padre de ninguna de sus mujeres; el
hermano de mi primo (Ali) y no de ninguno de vuestros hombres. ¡Qué gran
ayuda fue para él!, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él y su
progenie. Fue así, como propagó el mensaje, anunciándolo públicamente,
advirtiendo y alejándose del camino de los politeístas; invitándolos al camino
del Señor con sabiduría y buena predica. Destruyó a los ídolos, les rompió las
cabezas hasta que ustedes voltearon sus espaldas, hasta que la noche reveló la
mañana, apareció la Verdad con su claridad, el líder de la religión habló, y fue
silenciada la discordia de los demonios, pereció la hipocresía, los nudos de la
infidelidad fueron desatados. Ustedes hablaron la palabra de la devoción entre
un grupo que pasaba hambre (Ahlul Bait), ustedes se encontraban al borde del
fuego, ustedes solían beber agua de lluvia estancada sobre la cual orinaban los
animales, comían carroña. Eran bajos y miserables, temiendo siempre que un
grupo de hombres los atacaran, pero Dios el Todopoderoso los rescató por
medio de mi padre, Muhammad (P), después de mucho sufrimiento que tuvo
que pasar y después de haber enfrentado a hombres poderosos, las bestias
árabes y a los insolentes de la gente del libro (judíos). Cada vez que encendían
el fuego de la guerra, Al-lah lo extinguía y cada vez que aparecían las espinas
del demonio (los seguidores de Satanás), o se abría la boca de los politeístas en
desafío, enviaba a su hermano Ali hacia sus llamas y éste no regresaba hasta
que pisoteaba su cabeza con la planta de sus pies y extinguió las llamas con su
espada. Éste (Ali), se esforzó por la causa de Dios para cumplir con la orden de
Dios, junto al Mensajero de Dios (PB), líder entre los devotos de Dios, sincero en
su consejo anhelando al Islam, sin prestar atención en la causa de Dios a
ninguna acusación, en tanto que ustedes estaban relajados en lujo y seguros en
sus cómodas viviendas, esperando que nosotros enfrentáramos los desastres,
esperando que se propagaran noticias acerca de nosotros, huyéndole a las
batallas, escapando al combate. Y cuando Dios escogió a su profeta, apareció la
furia de la hipocresía. La vestimenta de la fe se desgastó, el silencio de los
desviados habló, el ignorante salió al frente y ostentó. El camello de los
farsantes movía su cola en vuestros establos, Satanás asomaba su cabeza
llamándolos y ustedes respondieron a su invitación y, siguiendo sus trampas le
respondieron y los invitó a la furia y los encontró iracundos, por lo tanto,
marcaron a otros y no a sus camellos y se dirigieron a otros lugares y no a
vuestros abrevaderos, fue así como lo hicieron, aún el cuerpo del profeta estaba
fresco, la herida aún no había sanado, y el profeta aún no había sido sepultado.
¿Tan pronto proclamaron el temor a la sedición? Si ustedes ya habían caído en
la sedición y ciertamente que el infierno arropará a los incrédulos.
¡¿Qué es lo que pasa con ustedes y qué falsedad?! El libro de Dios aún está entre
ustedes, sus temas son claros, sus normas son manifiestas, sus signos
resplandecen, sus restricciones son visibles y sus mandatos son evidentes. Sin
embargo, lo han dejado atrás ¿Quieren alejarse de él o quieren gobernar basados
en otras normas? La maldad será la retribución de los malhechores y si alguien
desea una religión que no sea el Islam, no le será aceptada y en la otra vida se
contará en el grupo de los perdedores. Ustedes respondieron al llamado del
extravío de Satanás, apagando la Luz de la religión manifiesta y anulando la
sunna del profeta veraz y, ahora dicen que no heredamos nada. ¿Es el juicio de
la época de la ignorancia lo que quieren? Y qué mejor que el juicio de Dios para
los que tienen certeza. ¿No saben? Sí, es evidente para ustedes como el sol de la
tarde de que yo soy su hija. ¡Oh, musulmanes! ¿Acaso usurpan mi herencia? ¡Oh
hijo de Abu Quhafa! Acaso se encuentra en el libro de Dios el que tú heredes de
tu padre y yo no herede del mío, ciertamente que has hecho algo extraño
¿Abandonaste intencionalmente el libro de Dios y le diste la espalda? Dios dijo:
“Y Salomón fue el heredero de David” (Corán 27:16). Y dijo acerca de Yahya
hijo de Zacarías: “Concédeme un heredero que me herede y herede de los hijos
de Jacob” (Corán 19: 5-6). Y dijo: “Y los poseedores de parentesco están más
cerca unos a otros en la orden de Dios” (Corán 8: 75). Y dijo: “Dios los exhorta
con respecto a sus hijos, de que un hombre tendrá lo equivalente a la porción de
dos mujeres” (Corán 4:11). Y dijo: “El testamento prescribe para ustedes cuando
se acerque la muerte si deja riquezas para sus padres y familiares cercanos.”
(Corán 2:180).
Fátima se dirigió a los ansar y dijo: ¡Oh, ustedes, gente de la magnanimidad,
colaboradores de la Nación y defensores del Islam! ¿Qué falta hay en que
reclame mi derecho? Acaso el Mensajero de Dios (PB), mi padre, no dijo “Se
conoce a un padre por sus hijos”, qué tan rápido han violado sus órdenes.
Siendo que aún pueden ayudarme a reclamar mi derecho.
Ustedes dicen “Muhammad ha muerto”, cierto que es una gran calamidad, que
su daño es grande. La tierra se oscureció con su partida, el sol y la luna
eclipsaron, las estrellas se esparcieron por su calamidad, las montañas
sucumbieron, se violó la santidad y lo Sagrado culminó con su muerte, por Dios
que esta es la gran aflicción. El Libro de Dios, el Exaltado, dice: “Muhammad no
es sino un mensajero, muchos mensajeros pasaron antes que él, si él muere,
¿ustedes darán la espalda?” (Corán 3:144). ¡Oh, gente de las tribus de Aws y de
Jazraÿ! Me usurpan la herencia de mi padre mientras ustedes me escuchan y me
ven. Ustedes escuchan mi pedido, siendo ustedes numerosos, con poder y bien
equipados. El pedido llega a ustedes, pero ustedes no responden y no me
ayudan”. Actúan así en tanto que están calificados para el combate, conocidos
por su bondad y benevolencia y son la opción que fue elegida, y la mejor
selección hecha para nosotros, Ahlul Bait.
Ustedes combatieron a los árabes, lucharon en contra de las naciones y
resistieron ante los sediciosos. Permanecimos quietos, les ordenamos y ustedes
obedecieron hasta cuando el Islam triunfó, el logro de la época estaba cerca, la
faz del politeísmo fue subyugada, la explosión de la falsedad fue apagada, el
fuego de la infidelidad fue extinguido, fue sometido el llamado a la conmoción
y el sistema de la religión fue establecido, entonces ¿Por qué se han confundido
después de la lucidez, por qué ocultan después de haberse hecho público, por
qué se han convertido al politeísmo después de haber tenido la fe? (Corán 9:13)
Ciertamente veo que se han inclinado hacia el facilismo, abandona a aquel que
es más valioso, buscando la abundancia, saquen lo que han ingerido y vomiten
lo que han bebido. Si eres desagradecido, tú y aquellos que habitan la tierra,
ciertamente que Dios es Autosuficiente, Alabado.
He dicho todo esto sabiendo lo que les preocupa y sabiendo la traición que hay
en sus corazones, pero es el interior del alma, la expulsión de la ira, la debilidad
de las lanzas, la difusión de lo que hay en el pecho y la recompensa de la
prueba. Carguen con ello, aquí está, llévenlo sobre el lomo de un camello, con
una desgracia eterna, marcados con la ira divina y el deshonor eterno, unido al
fuego de Dios, que se eleva por encima de los corazones. Está frente al ojo de
Dios lo que ustedes hacen. Y yo soy la hija de un Amonestador (el Profeta) para
ustedes en contra de un castigo severo. Entonces actúen que nosotros actuamos
y esperen que nosotros esperamos”.1
En este inmortal sermón, Fátima exhortó a un levantamiento para derrocar el
gobierno de Abu Bakr y restituir el derecho a su gente. Este conmovedor sermón
hizo que algunos corazones sintieran temor. Algunos casi retornan a la razón, pero
Abu Bakr pudo, por medio de sus tácticas y aptitudes diplomáticas controlar la
situación y evitar que su gobierno fuera derrocado. Él le dio la bienvenida a Fátima
y la recibió con gran respeto y reverencia. Le demostró que la veneraba más que a
su propia hija A’isha. Le demostró su tristeza por la muerte de su padre y le dijo
que desearía haber muerto él antes que el profeta, y le dijo otro tipo de dulces
cumplidos.
Le dijo que él no había tomado el gobierno por su propio deseo, sino que había
sido elegido por los musulmanes y que los procedimientos no fueron de su propia
opinión, sino de la opinión de los musulmanes, de esta manera atrajo los
sentimientos de los musulmanes hacia él y apagó el fuego de la revolución en ese
momento.
Sayyid Sharafuddin al-Amily dice: “Si hubiese evitado el fracaso de Fátima (P) en
esa situación, con la sabiduría que él poseía, habría sido mucho mejor para él, se
habría evitado el tener que lamentarse, ser culpado y habría sido lo mejor para
unificar a la Ummah.
Él pudo haber protegido el depósito de confianza del Profeta (P) y a su única hija.
¿Qué habría perdido si le hubiese devuelto Fadak a Fátima?2 Fátima se dirigió muy
decepcionada hacia la tumba de su padre para quejarse de las desgracias que
enfrentó por parte de la gente. Recitó estos versos:
Después de ti hubo conflictos y desgracias
Si estuvieras aquí, no habría acaecido ninguna desgracia.
Te hemos perdido así como la tierra pierde su lluvia,
Y tu pueblo se ha volteado; ven y los verás.
Algunos hombres nos mostraron lo que había en sus corazones cuando te fuiste, y la
tumba te separó de nuestro lado.
Algunos nos fruncieron el ceño y fuimos abandonados, cuando te perdimos y la herencia
fue saqueada.
Estos versos de poesía muestran que Fátima sufrió amarguras debido a los
terribles sucesos que enfrentó después de la muerte de su padre. La gente no le
concedió la elevada posición ni la importancia que merecía, fue tratada de una
manera que la afectó demasiado.
SU DISCURSO PARA LAS MUJERES
Cuando Fátima se enfermó, los musulmanes llegaron para visitarla. Le
preguntaron: “¿Cómo estas, hija del Mensajero de Dios?” Ella respondió:
“Por Dios, he llegado a lamentar vuestro mundo y a detestar vuestros hombres.
Los he abandonado después de ponerlos a prueba.
Ay de ellos, que removieron la posición de la misión, las bases de la profecía y
el lugar donde desciende Gabriel, ¿Quién sabe de la vida y los asuntos de la
religión? Esta fue la gran perdida. ¿Qué le negaron a Abul Hasan (Ali)? Si,
negaron la fortaleza de su espada, su despreocupación por la muerte, su ira por
la Causa de Dios. Por Dios, si se alejaron de la rienda que el Profeta le había
concedido a Ali, este los habría conducido hacia una fuente fresca para que se
saciaran sin que obtuviera ganancia alguna, excepto tomar un poco para calmar
su sed y hambre. Si lo hubieran seguido, habrían descendido bendiciones desde
los cielos y habrían sido recompensados por Dios conforme a sus acciones.
Vengan a verme, en tanto que vivan, el tiempo les mostrará maravillas. Ojalá
supiera yo sobre qué base se han apoyado, en donde se han refugiado y a que
cordel se han aferrado, a la progenie de quien le han usurpado y han hablado en
contra. Ciertamente ellos son los malhechores, pero no lo entienden. Ay de
ellos. ¿Acaso no es aquel que guía a la verdad más digna de ser guiado, o aquel
quien él mismo no va dirigido a menos que sea guiado? ¿Qué es lo que les
sucede; como pues juzgan? (Corán 10:35)
Por Dios, esperen a que dé frutos y el veneno fatal se reboce. Entonces
perecerán aquellos que dicen falsas acusaciones y los sucesores sabrán el mal
que hicieron sus predecesores. Entonces, tranquilícense y relajadamente esperen
la sedición. Regocíjense ante la espada afilada, el ataque de un tirano enemigo,
conmoción y despotismo general, Las Alabanzas son para Dios el Señor de los
Mundos y las bendiciones sean sobre Muhammad, el último de los profetas y
líder de los mensajeros”.
Las mujeres fueron avasalladas con un terrible silencio y amargura, sus ojos se
llenaron de lágrimas. Regresaron y le informaron a sus esposos acerca de su tristeza
y lo que ella les dijo.
En su sermón, Fátima (P) reprochó el ofensivo ataque en contra de la casa del
Profeta (PB) y el centro de la Revelación, reprochó el saqueo en contra del califato y
como lo colocaron en donde no correspondía. Mencionó las razones por las cuales la
gente le dio la espalda al Imam Ali y porque lo trataron injustamente. Fueron los
golpes asestados por el Imam Ali (P) en contra de los politeístas e incrédulos de
Quraish. Esto hizo que la gente de Quraish acumulara inquina en contra del Imam
Ali. Dijo: “Por Dios que tomaré el derecho del oprimido de la mano del opresor y
conduciré a los injustos por sus narices hasta que los lleve hacia la verdad.3
Dijo que lo que hizo que la gente de Quraish se esforzara por vengarse del Imam
Ali fue el coraje que éste tuvo y su despreocupación por la muerte en el campo de
batalla en contra de los politeístas y ateos. Estas razones junto a las virtudes
singulares y talentos que Dios le había concedido, además de esa devoción infinita y
lealtad al Profeta Muhammad, todo esto ocasionó el odio en su contra.
Ella también dijo que si la nación le hubiese concedido el gobierno al Imam Ali,
éste habría gobernado con pura justicia, nadie habría sido privado de su derecho. Si
el Imam tuviera las riendas de la nación, no se habría beneficiado de un centavo de
la riqueza del estado y le habría compartido al pobre en su dolor y sufrimiento. Esto
se hizo realidad cuando asumió el califato, después de la muerte de Uzman ibn
Affan, el tercer califa. Le bastaba con una bata rustica y dos porciones de pan de
cebada. Compartía con el pobre la ropa y el alimento. Dijo: “¿Cómo puedo sentirme
bien si me llaman Amir al-Mu’minin (El Comandante de los Creyentes) en tanto que
no comparto con ellos sus calamidades, siendo para ellos un ejemplo de vida?4
La historia de Oriente, e inclusive de todo el mundo no presenció un gobernante
como el Imam Ali (P), con su ascetismo, piedad, justicia y apartado de lo que
poseían los demás.
Fátima (P) dijo que si los asuntos de la nación hubiesen sido confiados al Imam Ali
(P), se habría propagado la bendición por todas partes y la gente tendría alimentos
por doquier, pero los musulmanes mismos se alejaron de esta bendición y
cambiaron el bien por el mal, lo justo por lo injusto y se separaron de aquel que los
guiaría por el camino recto.
Ella pensó profundamente en aquello que haría sufrir a la nación debido a haber
arrebatado el califato de las manos de Ahlul Bait (P) y vio la sedición que afligiría a
los musulmanes. También vio que los musulmanes serían derrotados por los
injustos y opresores. Los omeyas y los abbasies tomaron las riendas de la nación y
subyugaron a los musulmanes. Oprimieron al pueblo y propagaron el terror y la
violencia a lo largo de todo el mundo islámico. Es por estas razones que Fátima (P)
rechazó el gobierno de Abu Bakr y exhortó a que los musulmanes lo derrocaran.
Excusas inaceptables
Abu Bakr y su amigo ‘Umar trataron de apaciguar a Fátima (P) para darle a su
califato una especie de legalidad. Pidieron permiso para visitarla pero ella se rehusó
a recibirlos. Luego en otra ocasión lo intentaron de nuevo y ella se rehusó. Fueron a
donde el Imam Ali (P) y le pidieron que intercediera por ellos ante Fátima. Cuando
ellos vinieron donde Fátima, ella volteo su rostro lejos de ellos. Le suplicaron que
los perdonará y ella les dijo: “Yo juro por Dios, acaso no escucharon al Mensajero de
Dios decir: ¿El placer de Fátima (P) es mi placer y el descontento es mi descontento?
Quien quiera que ame a mi hija Fátima (P) y quien quiera que la complazca me
complace, quien quiera que la displazca me displace?”
Ambos dijeron que sí habían escuchado al Mensajero de Dios decir eso.
Ella levantó sus manos hacia el cielo y dijo: “Pongo de testigo a Dios y a sus
ángeles, de que ustedes me molestaron y no me complacieron, cuando me reúna con
el Mensajero de Dios (PB) me quejare ante él de ustedes”. Ella se volteó hacia Abu
Bakr y le dijo: “Por Dios, yo le pediré a Dios en contra tuya en cada oración que
ofrezca”.5
Que palabras tan pesadas fueron estas. Eran más pesadas que el golpe de una
espada, la tierra se estremeció bajo los pies de estos dos sheikhes (Líderes
religiosos). Fátima (P) abandonó la casa con una gran decepción, ellos entendieron
que tan grande era la ira que habían echado ellos mismos sobre sus hombros.
Profundo dolor
El dolor por la pérdida de su padre rasgó el corazón de Fátima (P), a cada
momento ella lo recordaba con tristeza y angustia, anhelaba la voz de Bilal, el
muecín de su padre, y este dejó de hacer el azan después de la muerte del Profeta
(PB). Le respondió su pedido y llamó al azan nuevamente; cuando ella lo escuchó
decir: “Al-lahu Akbar”, recordó a su padre, no podía controlar sus lágrimas y
empezó a llorar, cuando Bilal dijo: “Ashhadu anna Muhammadan Rasulul-lah”
(Testifico que Muhammad es el Mensajero de Dios) se desmayó y cayó al piso
inconsciente, la gente grito: “Oh Bilal, déjalo”, la hija del Mensajero de Dios (PB) ha
dejado este mundo. Fátima (P) recobró la conciencia y le pidió a Bilal que siguiera
recitando el azan, pero él no lo hizo.6
El desastre y la calamidad atacaron a Fátima (P) uno tras otro, el peor de todos fue
el que la gente le negara su derecho y el desmesurado daño que le causaron. Ellos
ignoraron la posición y la recomendación del Profeta (PB) acerca de ella, esto dejó
una gran tristeza y angustia en su ser.
Recurrió al llanto y encontraba refugio en ello, hasta que fue considerada una de
las cinco personas que más ha llorado en la historia del Islam.7
Anas ibn Malik quien era uno de los hombres que puso al Profeta en su última
morada visitó a Fátima (P) y la consoló por la muerte de su padre. Ella le dijo:
“¿Cómo fue que tu alma se complació al poner tierra sobre el Mensajero de Dios
(PB)?”. Anas dejo de hablar y se sumergió en una profunda tristeza y dejó que sus
lágrimas salieran.8
Fátima (P) insistió a su primo y esposo el Imam Ali (P), que le mostrara la camisa
con la cual había lavado a su padre (el baño ritual al muerto). Él se la trajo y ella
empezó a besarla con dolor y a olerla; esta era la camisa que tocó el cuerpo de su
padre antes de estar en su última morada; ella sintió gran dolor y pesar hasta que
perdió la conciencia.9
La imagen de su padre aparecía en su momento hasta el final de sus días. Lloraba
la mayor parte de su tiempo. Los historiadores dicen que la gente no podía resistir
su continuo llanto, ya que su casa estaba contigua a la mezquita del Profeta (PB),
donde la gente siempre se reunía. Ellos se quejaron ante su esposo el Imam Ali (P) y
le pidieron que ella dedicará cierto tiempo particular para llorar y lamentarse, ya
que ellos no descansaban ni de día ni de noche; el Imam Ali (P) le pidió esto. En el
día ella y sus hijos Al-Hasan (P) y Al-Husain (P) y Zaynab (P) iban a un gran árbol
fuera de Medina y se sentaban bajo su sombra, permanecían ahí llorando todo el día
por su padre y un poco antes del ocaso regresaba a su casa con los niños. La gente
propuso que cortarán el árbol, después de esto ella lloraba bajo el incesante sol. El
Imam Ali (P) construyó una casa para ella ahí y la llamo “La Casa de la Tristeza”,
esta casa permanece hasta (hoy), como un símbolo del dolor y el sufrimiento por el
que pasó por culpa de algunos compañeros de su padre.
Se dice que el Imam al-Mahdi (P) pronunció´ este verso poético:
“Por su grandeza no lo convertiré.
Después de haber sido de “la Casa de la Tristeza” a la casa de alegría”.
Fátima (P) pasaba los días en esta triste casa en soliloquio y llanto amargo por su
padre. Cuando la noche llegaba, el Imam Ali (P) iba y la llevaba y a los niños a su
casa10. La tristeza, el llanto y el lamento rasgaron el tierno corazón de Fátima (P) y
las enfermedades la atacaron, debilitaron su cuerpo… Y ésta fue la recompensa de
la gente a la casa del Profeta (PB).
Fuente: La Vida de Fátima Zahra (P)
Autor: Allama Baqir Sharif Qurashi
Editorial Elhame Shargh- 2014
www.islamoriente.com
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1 Al-Ihtijaj, Vol. 1, pág. 132-141, Sharh Nahjol Balaghah, por Ibn Abil Hadid, Vol. 16, pág. 210, Bihar al-Anwar, Vol. 29,P. 216. Otros historiadores mencionaron partes de este discurso, tales como: Al-Mas’udi en su Muruj az-Zanab Vol. 2, P.311, Ibn Manzur en su Lisan al-‘Arab, Vol. 12. P. 331, Kahala en su A’lam an-Nisa, Vol. 4, P. 116-119, Ibn Tawwus en Kitab At-Tara’if, P. 263, Ibn Azir en Garib al-Hadiz, Vol. 4 P. 273
2 An-Nass wal-Iytihad, P. 37
3 Bihar al-Anwar, Vol. 32 P. 49
4 Ibíd., Vol. 33 P. 474
5 Al-Imama wa as-Siyasah, Vol. 1, P. 14, A’lam an-Nisa’, Vol. 3, P. 1214, Imam Ali ibn Abi Talib por Abdul Fattah Abdul Maqsud, Vol. 1, P. 218.
6 Fatima az-Zahra Bahjatu Qalb al-Mustafa, P. 113
7 Los cinco llorantes fueron: Adán, Jacob, José, Ali ibn Husein (Imam Sayyad (P) y Fátima (P), referirse a Bihar al-Anwar,
Vol. 11, P. 204
8 Sunan ibn Maja, 18, Al-Mawahib al-Laduniyya, Vol. 2, P. 381
9 La vida del Imam Al-Hasan ibn Ali, Vol. 1, P. 168
10 La vida del Imam Al-Hasan ibn Ali, Vol. 1, P. 286. Se dice que está en la mezquita de Fátima que se encuentra en Al-
Baqi.